Dime en qué trabajas y te diré si el banco te concederá una hipoteca
Los expertos del sector valoran que la apertura del grifo del crédito hipotecario que se está viviendo en el último año se está concentrando en los funcionarios, altos funcionarios y trabajadores con contrato indefinidos. La estabilidad laboral y el probable cobro de una indemnización y prestación por desempleo en caso de despido los convierte en los clientes ideales para las entidades financieras.
Por el contrario, los trabajadores por cuenta propia y aquellos contratados por obra o servicio son los ‘raros’ del mercado hipotecario. Su mayor inestabilidad laboral les hace ‘sufrir’ mayores exigencias que al resto. De primeras deben acreditar que son capaces de afrontar la cuota mensual de la hipoteca y demostrar que su empresa es rentable.
Pero además, los bancos están exigiendo a los autónomos que aporten, al menos, el 30% del valor de la tasación vivienda, frente al 20% que se le pide a cualquier trabajador indefinido. Más allá del resumen ejecutivo, un autónomo deberá acreditar los pagos del IVA e IRPF y estar al día con los recibos de la Seguridad Social.
Cualquier número rojo o gasto extraordinario sin justificar puede dar al traste con la solicitud de un préstamo hipotecario.

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